Fiadoras.

En los relatos tradicionales, a la «moura fiadora» (moura hilandera) también se la llama

vieja, bruja o meiga y siempre hay riesgo para las personas que se crucen con ellas.

Suelen aparecerse en lugares de paso, sobre todo en puentes.

En el puente de Amorín, en Abadín (Lugo) se aparece de vez en cuando una mujer hilando.

Si el que pasa por allí no le hace caso ni tropieza con su rueca, no le pasa nada y le dice la moura:

– ¡De buena te has librado!

Pero si tropieza con ella, se lo lleva por el aire.


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